16 de octubre de 2008

Una de esas Palabras

Escuché hace algunas semanas una de las muchas aportaciones interesantes que nos dejó el pensador Ortega y Gasset, y como ando en deuda con Lenitita por algo del universo bloguero conocido como “meme” -invitándome a escribir sobre valores- aprovecharé para cumplir con mí cometido aunque sea un poco a mí manera… La cita que salió a relucir del sabio profesor, fue que según él “la distancia más próxima entre dos corazones no se encuentra en el amor” -como casi todos tenderíamos a pensar de inicio- “sino en la lealtad…”.

Y uno se pone a pensar y te das cuenta de que puede que efectivamente sea así. Dejando a un lado los prejuicios que pueda sugerir dicho vocablo y que seguramente han hecho que pierda vigencia, o se vincule en exclusiva a determinados ámbitos no del todo apreciados, cuando se analiza lo que verdaderamente más valoramos en nuestra relación con el otro, si que parece surgir con fuerza dicha cualidad: La lealtad. No entendida esta como alguien que nos da siempre la razón, nos adula continuamente con o sin motivo, o cosas que caminen por sendas semejantes. Ser leal va en otra dirección. Tiene que ver con cumplir el compromiso adquirido libremente con la persona, funcionar en esa relación en base a la verdad, queriendo estar ahí también en los errores, sabiendo perdonar sin que eso implique callar. Tal vez no todo de forma absoluta, claro, pero si una parte sustancialmente generosa.

Si uno piensa en su familia, en las amistades o en su pareja, no es difícil identificar que lo que hace avanzar y fortalecer cada una de esas relaciones, tiene mucho que ver con esa cuestión de la lealtad que nos apuntaba el filósofo.

12 de octubre de 2008

Repartición de ganancias.

En medio de tanta noticia y debate sobre la dichosa crisis económica, el otro día en un programa que analiza la actualidad en clave de humor, escuché una reflexión que sintetiza de forma sencilla algunas cosas importantes: “En el mercado de valores, más conocido como la bolsa, no olvidéis que para que unos ganen dinero otros tienen que perderlo”. Así de sencillo y despiadado.

5 de octubre de 2008

Sacando barriga

España arrasa en Europa”. Este era el fastuoso titular con el que abrían el otro día las noticias nacionales en un canal de televisión. El motivo es que los equipos españoles que participan en la liga europea de campeones, habían ganado todos sus respectivos partidos, siendo el único país que había logrado tal “prodigio y heroicidad” con sus representantes.

No se vayan a equivocar, a mi me gusta el fútbol. Más jugarlo que verlo ciertamente, aunque un buen partido es un entretenimiento que no hay porque despreciar en absoluto. Ahora bien, dejando a un lado que jugaban clubes convertidos en empresas S.A. y no selecciones nacionales, llama la atención que los noticiarios tengan la frivolidad de hacer ese alarde de no se muy bien que, cuando España sistemáticamente ocupa los peores puestos -o el primero según sea el enfoque- en las estadísticas europeas comparativas sobre las cosas verdaderamente importantes. Asuntos del estilo a que España es de los países de la unión con más casos de obesidad infantil, muertes por violencia machista, corrupción en su funcionamiento o de los que menos invierte en investigación, tecnología, educación y así un largo etc hasta abochornar.

Que quieren que les diga. Da entre risa y sonrojo todo lo que implica ese absurdo manifiesto de “España arrasa en Europa”.