Soplo, empujo,
pero no se aleja.
Pregunto si será que permanece cerca.
Percibo su vuelo,
entre murmullos.
Planeando sobre la hojarasca seca.
Y ronronea mis pasos,
juega con la candela.
Aúlla sigilosa en una mente que no cesa.
La cuestión es que ocurre,
transita por aquí;
se asienta.
Es poco,
muy poco.
Algo de querencia incierta.
24 de abril de 2012
9 de abril de 2012
Lunado
Aquella enorme luna anaranjada, le sorprendió en un deambular tardío frente a la ventana. Casi posada sobre el arenal de pequeñas luces que conformaba la ciudad, su presencia comenzó a formular preguntas para las que a veces no se encuentran respuestas. Y ella miraba complaciente; como quien sabe y no quiere decir lo que al otro le acompaña; invitando a hallar por uno mismo las palabras buscadas, mientras en la distancia se dejaba contemplar por su eterna y enigmática serenidad.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)