30 de enero de 2012

La senda robada

Supongo que a algún asesor de la confusión, se le debió ocurrir que la palabra ayudaría a acomodar no sé aún qué concepto. Por razones inconclusas, su belleza fue a toparse con el ruin discurso vacío, y así no la dejan discurrir ahora entre verdes parajes o caudalosos ríos.



La senda ha sido expropiada a base de excavadoras oficiales y bulldozer de lujo, para contar, sin decir nada, que “las difíciles medidas ayudaran sin duda a volver a la senda del crecimiento económico”… Como si a ella la hubiese interesado alguna vez semejante cosa.