
Con esto consiguieron captar mi atención los publicistas. Claro que no tanto para pensar si quería tener un coche de su marca (y quizá ese es el truco conmigo porque tengo un Clio) sino porque me puse a pensar que cosas interesantes, enriquecedoras, con un puntito apasionante e intenso había realizado en mi vida hasta ahora. Dejándome llevar por esta neura, empecé a escribir cosas a modo de lluvia de ideas; ya voy por los cuatro folios llenos de guiones y es un subidón de autoestima aconsejable, para quien le apetezca o tenga curiosidad de revisar su pasado más trepidante.
2 comentarios:
me parece una idea muy buena compañero
me parece tambien interesante. Tanto como valorar el día a día escribiendo un gran cuaderno con lo bueno que nos ha pasado hoy.
Publicar un comentario