10 de agosto de 2007

Sobre el fenómeno Tuning.

Varias son las cosas que detecto, se mueven alrededor de lo que ha dado por llamarse Tuning. Y aunque no las cumplan el total de la gente que lo practique (como siempre pasa con todo) cada vez estoy más convencido de que las comparten una gran mayoría. Paso a desglosar algunas:

Lo primero que caracteriza a este colectivo es ser tremendamente materialista. Solo así se puede entender que empeñen gran parte de su dinero con fuertes cantidades, en algo tan efímero como la estética de un coche. Además tienen una confusión mental importante, porque piensan ser los más modernos del lugar, practicando algo que empezó en los 50 y salía en películas de los años 70-80. Otra cosa curiosa es que todo su afán es hacer de su coche algo “original”, sin darse cuenta que toda su originalidad, se mueve en unos pocos cambios previamente ya marcados: Que si la pintura es de color estridente, que si la pongo mate que ya es lo más, las llantas unas tallas mas grandes y bien relucientes, cosas de aluminio por aquí o por allá, enormes alerones, lucecitas de neón, modificación de focos y retrovisores, unas cuantas pegatinas diferentes que dejen claro que yo soy malo-malísima, además de los mal llamados símbolos tribales, etc… ¡Ah! perdón, se me olvidaba lo mas “excepcional” de todo; las lunas tintadas para ocultar su amplio universo, es decir, como me drogo, oigo ritmos y/o follo…

A todo eso vienen a juntarse otras cosas que ya no solo hablan de su galopante pobreza cultural y mental, sino que nos traspasa a los demás en forma de molestia cuando no peligro. Hablo de lo habitual que es ver a uno de estos coches “tan molones” conducidos de manera agresiva y egoísta, poniendo en riesgo o incómodos al resto de conductores; ya saben, descerebrado/a a una mano y zigzagueando de forma compulsiva. Hablo de su contaminación acústica a cualquier hora del día o de la noche, bien con sus tubos de escape modificados, bien con ese ruido primario que llaman música, sin tener en cuenta donde estén o que hora sea. Hablo de lo frecuente que es verlos mal aparcados, así como marcando su reinado de la estupidez. Hablo de la alta conexión tuning y consumo de drogas, mientras los demás tenemos que conducir a su lado. Hablo de lo sexista del asunto a tenor de las revistas o programas especializados. Hablo de lo poco enriquecedor y desfasado que es todo esto, al tiempo de lo que deja entrever a nivel social.

1 comentario:

Boumóticas dijo...

Hoy una combinación de pastis, coches, tías, reguetón y alcohol es lo más de lo más... Y luego hablan de que somos la "Generación Y"... ¿¿¿??? Será "Degenerados Y". :S

Saludos.