
Hay más jugarretas del estilo y sin darnos cuenta no es tan raro que nos empeñemos en estampanarnos contra ellas. La vivida reciente, es haber sido tan incauto de imaginarme como serían muchas horas de mi día a día, con algo que todavía no había ocurrido y que ni siquiera tenía el grado de certeza. Y así más de una y de dos veces, en ocasiones con los ojos cerrados y otras abiertos, he visto nítidamente muchos momentos recreados paso a paso en mi cabeza. Estoy casi seguro de que hubieran sido agradables de haberlos vivido, solo que fruto de esa no-realidad, es probable que les añadiese además algunas otras bondades.
Un mal día no hice caso al timbre del interfono, porque mi atención se centraba en escuchar con ansiedad el de un teléfono demasiado silencioso. Estúpido de mi, hasta que no baje al buzón no me percaté de que no habría tal llamada, pese a que el cartero trato de avisarme con los medios a su alcance. Había caído en el viejo cuento de “La lechera”, solo que esta vez sustituyendo la avaricia de su protagonista, por el deseo de simplemente querer estar a gusto trabajando de forma sencilla… Y las cosas no ocurrirán como las estaba imaginando, porque simplemente no ocurrirán. Al menos no de momento donde tanto me hubiera gustado…
2 comentarios:
Hola te envio unas frases de una persona que en los dos últimos años me ha ayudado:
A veces podemos tener la sensación de estar atrapados en ciertas circunstancias de nuestra vida o de no poder controlar la frenética actividad mental. Sin embargo, tenemos el poder, en cada momento, de elegir qué pensar y que sentir. El pensamiento y las emociones son el cimiento sobre el que se asienta cada circunstancia de nuestra vida. Al elegir una nueva forma de pensar y sentir, elegimos una nueva vida.
Primi
Ánimo Julio, ya verás como se presenta otra oportunidad. Te lo digo yo, que pensé en tirar la toalla más de una vez.
;-)
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