29 de noviembre de 2007

¿Qué es antes el huevo o la publicidad?

Es algo que me pregunto a menudo. Quiero decir que rodeados como estamos permanentemente de un número ingente de estímulos publicitarios, uno pierde la noción de si son estos quienes dictan de manera más o menos ingeniosa nuestros hábitos de consumo -entre otros hábitos afectados- o si por el contrario seremos las propias personas, con nuestra inercia y devenir, las que marcamos sin saberlo las tendencias en múltiples aspectos; poniéndoselo francamente en bandeja a todo ese colectivo de los llamados “creadores”.

La reflexión tiene desde mi punto de vista su intriga, ya que en el fondo se trata de dilucidar si somos tan brutalmente manipulables externamente o bien nosotros mismos tenemos el poder de moldear gran parte de lo que acontece a nuestro alrededor. Nos llevan o nos llevamos en definitiva. Basta recordar que la publicidad estudia desde hace años de manera concienzuda y técnica, como hacer para captar nuestra atención, identificarnos y vernos en la necesidad de consumir tal o cual cosa. Las empresas e instituciones, cuidadoras de su dinero por la cuenta que les trae, se gastan fortunas en todo eso con fines muy concretos. Y entonces ¿lo que nos ofrecen es lo que queremos en función de cómo somos? o ¿según como nos muestran las cosas, se tiene la capacidad de condicionar nuestra voluntad y nuestro juicio? ¿No inquieta esto último?

Para los y las que ya tengáis una respuesta en la cabeza, probad a contestar estas otras preguntas. A mi me cuesta. ¿Por qué los coches tienen ahora en su gran mayoría esas carrocerías tan agresivas? ¿Qué motivo hay para que obtengan tanta audiencia los programas de televisión que se sabe son mentira y que además criticamos vehementemente? ¿Cuál es la razón por la que los anuncios de productos de limpieza han seguido prácticamente el mismo esquema durante décadas? ¿No es preocupante que se esté recurriendo actualmente al concepto de luchas pandilleras para anunciar móviles o bebidas gaseosas? ¿Cuál son las relaciones causa-efecto en todo esto?

Lo que si parece estar claro, es que el "antídoto" o "vacuna" a los posibles efectos adversos relacionados con este asunto, está de manera general en la alfabetización audiovisual o digital.

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